Fases de una rehabilitación integral de edificios en Marbella

Comunidad rehabilitada Camino del Pinar
Índice

En un lugar tan castigado por los climas agresivos como Marbella, renovar edificios no es un capricho, sino una obligación técnica, legal y económica. Ya sea una comunidad vecinal, un bloque de apartamentos o un edificio antiguo, el paso de los años y la falta de mantenimiento acaban por afectar la estructura, la eficiencia energética y la seguridad.

Franjisur, con amplia experiencia rehabilitando fachadas y edificios en Marbella, Estepona, San Pedro y otras zonas, ha ideado un proceso general y organizado. A continuación te explicamos las fases principales de una rehabilitación completa, desde el diagnóstico inicial hasta los acabados de pintura e impermeabilización. Es perfecto para comunidades, administradores de fincas, propietarios o arquitectos que buscan soluciones duraderas.

Diagnóstico técnico: el primer paso es vital

Toda rehabilitación que se precie comienza siempre con un estudio técnico detallado del estado del edificio. ¡Para nada basta “arreglar lo que se ve feo”! Lo crucial es averiguar el estado real de la estructura, los revestimientos externos, los puntos críticos de filtración y esas patologías ocultas.

  • Grietas y fisuras: estudio de desprendimientos en fachadas, cornisas y balcones.
  • Filtraciones y humedades: manchas interiores y puntos de entrada de agua.
  • Degradación de revestimientos: efectos del salitre, polvo y radiación solar.
  • Juntas de dilatación y uniones: comprobación de su estado y estanqueidad.
  • Pérdidas térmicas: análisis de aislamiento y puentes térmicos.
  • Normativa y ITE: verificación del cumplimiento de la Inspección Técnica de Edificios.

Franjisur efectúa este diagnóstico a detalle, asesorándote sin compromiso y proponiendo el enfoque técnico y económico más adecuado para cada caso.

Parking Los Naranjos recién pintado

Saneado y preparación de superficies

Preparar bien las superficies antes de cualquier intervención es clave para garantizar la adhesión de los nuevos materiales y la durabilidad del sistema rehabilitador. Si no se hace bien, el resto de fases pierde eficacia.

  • Limpieza profunda: agua a presión o productos específicos.
  • Eliminación de restos sueltos: pintura descascarada, revoques en mal estado.
  • Tratamiento de moho y salitre: retirada de verdín y residuos salinos.
  • Reparación de oquedades: relleno con morteros técnicos o resinas.

Tratamiento estructural y restauración

Con la base limpia y preparada, se actúa sobre los elementos deteriorados con técnicas avanzadas para consolidar la estructura y restaurar los detalles dañados.

  • Refuerzos localizados: cantos de forjado, balcones y cornisas.
  • Restauración ornamental: molduras y elementos clásicos.
  • Sustitución de materiales: ladrillo visto, morteros o aplacados.
  • Protección de anclajes: tratamiento de hierro para evitar la oxidación.

Aplicación de sistemas de aislamiento y mejora térmica

Una buena rehabilitación no solo corrige daños visibles, sino que optimiza el comportamiento térmico del edificio:

  • SATE (Aislamiento Térmico por el Exterior): paneles aislantes con revestimiento decorativo.
  • Fachada ventilada: cámara de aire entre estructura y revestimiento.
  • Aislamiento interior: medianeras y cubiertas comunes.

Estos sistemas reducen pérdidas energéticas, mejoran el confort interior y elevan la certificación energética del inmueble.

Pintor pintando una fachada de edificio

Pintura, revestimientos y acabados estéticos

Tras las reparaciones, llega el turno de la pintura y revestimientos, de renovar la imagen del edificio. Esta fase aporta el mayor impacto visual:

  • Pinturas acrílicas o siloxánicas: alta resistencia al sol y la humedad.
  • Revestimientos minerales o de piedra: estilos rústicos o tradicionales.
  • Revestimientos texturizados: imitación de piedra, estuco o madera.
  • Paleta de colores personalizada: adaptada al entorno y la normativa municipal.

Impermeabilización: protección final

La impermeabilización es la última capa protectora que impide la entrada de agua, viento y humedad:

  • Terrazas y cubiertas: membranas líquidas o de poliuretano.
  • Hidrofugantes en fachadas: repelentes de agua sin alterar color o textura.
  • Juntas de dilatación: sellado con materiales elásticos y duraderos.

En zonas costeras como Marbella, una buena impermeabilización alarga la vida útil del edificio y reduce futuros mantenimientos.

Trabajos en altura: seguridad

Supervisión técnica y garantía de calidad

Un seguimiento riguroso asegura que cada fase se ejecute según lo previsto:

  • Control de calidad en materiales y acabados.
  • Supervisión de tiempos y cumplimiento de plan de obra.
  • Coordinación de seguridad laboral.
  • Documentación técnica para futuras inspecciones.

¿Cuándo es el mejor momento para rehabilitar?

Aquí hablamos sobre conocer el momento perfecto pero resumiendo, es recomendable actuar en los siguientes casos:

  • Presencia de humedades o filtraciones.
  • Desprendimientos o fisuras en elementos exteriores.
  • Obligatoriedad de pasar la ITE.
  • Deseo de mejorar la imagen y valor del inmueble.

Franjisur ofrece siempre asesoramiento y presupuestos detallados a medida.

Ejemplos reales: proyectos de Franjisur

  • Altos de la Quinta
  • Los Naranjos
  • La Finca
  • Camino del Pinar

Cada trabajo se aborda con materiales adecuados, plazos comprometidos y máxima calidad.

Conclusión

La rehabilitación integral de un edificio es mucho más que una reforma: es una estrategia que mejora la seguridad, la eficiencia energética y la imagen del inmueble. Dividir el proceso en diagnóstico, saneado, restauración, aislamiento, acabados e impermeabilización garantiza un resultado duradero y estéticamente impactante.

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